Queriamos hacer un pequeño homenaje al senior, simplemente hemos copiado una crónica y hemos introducido algunas imágenes de archivo que pensamos que todo seguidor del club debe leer y ver, porque a más de uno le hara sonreir o al menos sentir nostalgia. A partir de aquí todo lo escrito está hecho por Alex Lopez, jugador que este año no ha podido estar con nosotros por sus estudios, ya que está con una beca de Erasmus en el extranjero, pero seguro que el año que viene vuelve al equipo para aportar su lucha y entrega al equipo.
Campeones Fase de Ascenso 2ª Nacional
El pasado 1 de septiembre, bajo las vetustas columnas del colegio San José de Calasanz, un grupo de jóvenes jugadores de balonmano volvía a sus orígenes. Tras unas largas vacaciones veraniegas llegaba la hora de vestir el mono de trabajo y preparar la nueva e ilusionante temporada que se presentaba por delante. Muchos fueron los aspirantes a formar parte del grupo. La decisión no fue nada fácil para los responsables quienes seleccionaron a la gente apropiada para convertir el conjunto en un equipo unido, comprometido y que ofreciese garantías deportivas. 18 jugadores fueron los elegidos, todos ellos bajo la batuta de un líder carismático, A. Jato.
Un mes más tarde, se inauguró oficialmente la temporada. Las primeras jornadas sembraron algunas dudas que ponían en peligro el objetivo principal de los nuestros, la clasificación para la fase de ascenso. Pero, una vez superado el periodo de adaptación, el equipo, reconstruido prácticamente desde cero, enfiló la marcha directa hacia su meta.
Tras siete largos meses de dura competición y fatigantes entrenamientos a horas intempestivas, el equipo llegó a las dos últimas etapas. La primera de ellas tenía como escenario la recóndita Garrofera de Almasora, allí los nuestros debían materializar todo el esfuerzo hecho a lo largo del recorrido. No hubo posibilidad de sorpresa, Calasanz fue arrollador y se celebró el objetivo conseguido.
La última parada fue el debate en el seno del equipo acerca del lugar a donde se quería viajar a juagar la fase. Las opiniones fueron diversas. La atractiva Altea era un bonito reclamo pero al final la lógica acabó por imponerse, y las ganas de ganar de los nuestros provocaron que la victoria ante Villarreal en la última jornada significase un pasaje a Buñol.
El gran objetivo se había conseguido. El sufrido y a la vez brillante camino fue realmente difícil y por ello los jugadores no dudaron en aprovechar al máximo el premio y la experiencia que les esperaba en Buñol. Calasanz con la mayor de las ambiciones y las ilusiones afrontaba el desafío con jugadores jóvenes pero experimentados al mismo tiempo ya que para muchos no era la primera vez que disputarían un sector. Al igual que lo había hecho el equipo, el objetivo también había crecido, los nuestros pretendían hacerse con el primer puesto.
Por fin, llegó el gran fin de semana. A nuestros jugadores se les llenaba el pecho de orgullo y satisfacción al decir que se trasladarían a Buñol a jugar la Fase de Ascenso a 2ª Nacional.
Campeones Fase de Ascenso 2ª Nacional
El pasado 1 de septiembre, bajo las vetustas columnas del colegio San José de Calasanz, un grupo de jóvenes jugadores de balonmano volvía a sus orígenes. Tras unas largas vacaciones veraniegas llegaba la hora de vestir el mono de trabajo y preparar la nueva e ilusionante temporada que se presentaba por delante. Muchos fueron los aspirantes a formar parte del grupo. La decisión no fue nada fácil para los responsables quienes seleccionaron a la gente apropiada para convertir el conjunto en un equipo unido, comprometido y que ofreciese garantías deportivas. 18 jugadores fueron los elegidos, todos ellos bajo la batuta de un líder carismático, A. Jato.
Un mes más tarde, se inauguró oficialmente la temporada. Las primeras jornadas sembraron algunas dudas que ponían en peligro el objetivo principal de los nuestros, la clasificación para la fase de ascenso. Pero, una vez superado el periodo de adaptación, el equipo, reconstruido prácticamente desde cero, enfiló la marcha directa hacia su meta.
Tras siete largos meses de dura competición y fatigantes entrenamientos a horas intempestivas, el equipo llegó a las dos últimas etapas. La primera de ellas tenía como escenario la recóndita Garrofera de Almasora, allí los nuestros debían materializar todo el esfuerzo hecho a lo largo del recorrido. No hubo posibilidad de sorpresa, Calasanz fue arrollador y se celebró el objetivo conseguido.
La última parada fue el debate en el seno del equipo acerca del lugar a donde se quería viajar a juagar la fase. Las opiniones fueron diversas. La atractiva Altea era un bonito reclamo pero al final la lógica acabó por imponerse, y las ganas de ganar de los nuestros provocaron que la victoria ante Villarreal en la última jornada significase un pasaje a Buñol.
El gran objetivo se había conseguido. El sufrido y a la vez brillante camino fue realmente difícil y por ello los jugadores no dudaron en aprovechar al máximo el premio y la experiencia que les esperaba en Buñol. Calasanz con la mayor de las ambiciones y las ilusiones afrontaba el desafío con jugadores jóvenes pero experimentados al mismo tiempo ya que para muchos no era la primera vez que disputarían un sector. Al igual que lo había hecho el equipo, el objetivo también había crecido, los nuestros pretendían hacerse con el primer puesto.
Por fin, llegó el gran fin de semana. A nuestros jugadores se les llenaba el pecho de orgullo y satisfacción al decir que se trasladarían a Buñol a jugar la Fase de Ascenso a 2ª Nacional.
Esas palabras formaban el rezo que daba la bienvenida a los asistentes al Planell, punto neurálgico convertido en el teatro de los sueños de los protagonistas de la contienda. Cuatro equipos con cuatro estilos diferentes. Buñol(la veteranía que les caracteriza intentaría validar su condición de local), Sporting Salesianos(pretendían demostrar el gran nivel del balonmano alicantino), Algemesí(Intentarían continuar con su casi inmaculada temporada y dar a entender el porqué de esa hegemonía en categorías inferiores) y Calasanz (la voluntad del gran equipo formado era ganarse el calificativo de revelación).
Viernes 8 de abril
C.B. Maristas Algemesí 24 – C.D. Calasanz 29
La gran mayoría de los jugadores de Algemesí, contaban los partidos que habían disputado a lo largo de su carrera contra Calasanz por victorias. Este hecho y su condición de favoritos debido a la trayectoria de superioridad aplastante que habían mostrado en su grupo resultó un aspecto negativo que se volvió en su contra.
En cuanto a la actuación de Calasanz, pocas pegas se podían sacar. Fue muy difícil destacar a alguno de los jugadores por encima de sus compañeros, todos rayaron a un nivel altísimo.
La solidez defensiva que mostró la línea de cinco-uno sorprendió a los de Algemesí quienes chocaron constantemente contra la muralla escolapia. En los momentos en los que los atacantes conseguían superar la marca de los defensores, bajo palos aparecían dos figuras inconmensurables, César y Adri.
Otro aspecto clave fue el altísimo acierto que los nuestros tuvieron de cara a la meta rival. Muy pocos lanzamientos fueron fallados lo que permitió que la diferencia que se mantuvo hasta el final fuese cómoda en todo momento.
El equipo comenzó el sector con muy buen pie y en este partido inaugural encontró en la figura de O’rei Pacolfa un gran director de juego que sería una pieza fundamental en los posteriores compromisos.
Sábado 9 de abril
C.B. Buñol 21 – C.D. Calasanz 19
Si en la jornada anterior la eficacia ofensiva fue altísima, en esta segunda cita la situación fue totalmente contraria. Calasanz tenía la oportunidad de dejar a los locales fuera de toda aspiración posible ya que estos iniciaron el campeonato con derrota la jornada anterior. Los nuestros no sólo no lo aprovecharon, sino que saltaron a la pista con ciertos aires de relajación a pesar de ser conscientes de que Buñol saldría con el cuchillo entre los dientes.
El trabajo defensivo fue correcto. La intensidad y agresividad de los nuestros permitió que la portería volviese a estar a buen recaudo y que fuese posible recuperar la posesión de balón en diversas ocasiones. Los problemas vinieron en la parcela ofensiva. Los atacantes de Calasanz encontraron muchas dificultades para superar el seis-cero de Buñol caracterizado por muchos kilos y centímetros.
Con este resultado quedaba todo pendiente para el domingo. La emoción era máxima.
Domingo 10 de abril
C.D. Calasanz 30 – Sporting Salesianos 26
Calasanz se la jugaría en el primer turno de la última jornada. El día D y la hora H habían llegado. No había nada decidido, los cuatro aspirantes mantenían todas sus opciones.
Los nuestros debían demostrar todo aquello por lo que habían trabajado, debían recordar todos los duros momentos hasta llegar a ese partido final.
El inicio del encuentro no fue demasiado brillante por parte de Calasanz, una serie de errores tanto en ataque como en defensa dieron lugar a que el rival se distanciase en cuatro goles demasiado pronto. Tras unos minutos de incertidumbre, los nuestros consiguieron ajustar la línea trasera y afrontar con calma cada ataque. La portería retornó al nivel al que nos tiene acostumbrado de la mano de Salva quien aprovechó el gran esfuerzo que sus compañeros realizaron para detener las acometidas de los alicantinos. El equipo inició así, una remontada que a la postre sería histórica. Enorme fue la participación del cañonero Juan quien con 11 tanto en el partido mantuvo al equipo en la senda del triunfo incluso en los momentos más difíciles.
A los instantes finales se llegó con una cómoda renta de siete goles los cuales quedaron reducidos a cuatro debido al último arreón de los alicantinos.
Con el pitido final, el júbilo se desbordó por toda la pista. Calasanz celebró el triunfo como una piña unida. De la celebración también formaron parte tanto cuerpo técnico, Jato (la cabeza pensante que hizo posible el éxito), Juan Lozano (segundo de abordo y atento a cada detalle) y Paco Torán (el hombre que siempre lo tiene todo bajo control), como familiares y amigos a los que los jugadores quisieron agradecer el apoyo mostrado a lo largo de toda la temporada.
Calasanz había hecho lo que tenía que hacer, pero el sueño todavía podía ser más bonito aún.
Sólo faltaba que Buñol no consiguiese la victoria frente Algemesí en el partido que tendría lugar momentos siguientes.
Cuando fuimos campeones
Una vez la euforia se había contenido, tras la ducha de cava y coca-cola sólo quedaba echar el resto animando a Maristas de Algemesí. El encuentro fue muy emocionante y disputado hasta el final. La comunión entre los jugadores de Calasanz y los de Algemesí, los cuales se habían conjurado en el túnel de vestuarios, se hizo evidente en la celebración de cada gol.
A pesar de la actuación arbitral, Maristas se impuso en el partido final, lo que desató la locura en la grada. Inmediatamente tras el pitido Calasanz invadió la pista para agradecer a los de Algemesí el esfuerzo realizado. Acto seguido tuvo lugar una secuencia de cánticos, abrazos, instantáneas para el recuerdo… que seguro que los nuestros no olvidarán jamás.
Posteriormente tuvo lugar la entrega de los trofeos y la alegría fue máxima al ver la imagen del capitán Viri al levantar la ansiada copa de campeones.
Lo último que quedaba por hacer antes de abandonar el particular teatro de los sueños era inmortalizar el momento y así se realizó la fotografía que quedará para los anales de la historia, un humilde equipo haciendo la “mele” de los campeones luciendo en el centro la preciada copa. La alegría desbordada era visible en todos y cada uno de los rostros de los jugadores porque ya podían decir que eran campeones y habían conseguido el ascenso a 2ª Nacional.
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